Madrid, 25 de febrero de 2022 Queridos hermanos y hermanas: Con inmenso dolor asistimos a una escalada bélica en la Europa del Este. Un ataque a Ucrania que puede tener consecuencias incalculables. Acogemos agradecidos el reciente y apremiante llamamiento del Papa Francisco a frenar “la insensatez diabólica de la violencia […] con las armas de Dios”. Por ello, os pido sumaros con las armas de Dios a su convocatoria al mundo entero para celebrar un día de ayuno por la paz el próximo miércoles de Ceniza, día 2 de marzo, y ese mismo día en la Catedral de la Almudena a las 8 de la tarde un encuentro de oración a la que os convoco a todos: familias, niños, jóvenes y mayores. Pero antes de que sea demasiado tarde, pido a todas las parroquias, iglesias, capillas y comunidades cristianas que este próximo domingo, 27 de febrero, se celebre la Eucaristía con una intención muy especial por la Paz. Allí donde sea posible, repiquen las campanas a las 12 del mediodía, invitando a la oración y alertando para mover el corazón de los que tienen la responsabilidad de esta temeraria escalada de violencia. Animo a todos los hombres y mujeres de buena voluntad y de cualquier convicción a sumarse a este anhelo de paz. El mundo no puede consentir la torpeza de entrar ahora en una nueva guerra de imprevisibles y nefastas consecuencias. Recemos todos, “nada en el mundo es más fuerte que el justo que reza. El hombre que reza tiene sus manos en el timón de la historia” (San Juan Crisóstomo, Obispo y Doctor de la Iglesia s. IV y V). Con este convencimiento se lo pedimos al Señor. La paz es un don del Señor y una tarea compartida. Pidamos a Dios que nos haga “Constructores de la Paz” y testigos de su amor en este momento tan preocupante. Con gran afecto, os bendice, |