Christus vivit – Exhortación apostólica a los jóvenes
Volver «Ante todo quiero decirle a cada uno la primera verdad: «Dios te ama». (…) Quizás la experiencia de paternidad que has tenido no sea la mejor, tu padre de la tierra quizás fue lejano y ausente o, por el contrario, dominante y absorbente. O sencillamente no fue el padre que necesitabas. No lo sé.
GAUDETE ET EXSULTATE – Sobre el llamado a la santidad en el mundo actual
Volver «El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada» (n. 1). «Lo que quisiera recordar con esta Exhortación es sobre todo el llamado a la santidad que
AMORIS LATEITIA – La Alegría del Amor
Volver “En este breve recorrido podemos comprobar que la Palabra de Dios no se muestra como una secuencia de tesis abstractas, sino como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra la meta del camino” (numeral 22, capítulo 1) “Cristo ha introducido
LAUDATO SI – Sobre el Cuidado de la Casa Común
Volver «(La Tierra) clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla (…). Olvidamos que nosotros mismos somos Tierra» (núm.2) «El mundo es algo más que un problema a resolver, es un
Misericordiae Bultus – El rostro de la misericordia
Volver [..]El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. Él es el rostro de la misericordia del Padre. La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM
Volver “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran